Para dar protección a un toldo extensible hay diferentes opciones, como son el pequeño tejadillo básico, o el semicofre. Pero la mejor y más completa opción es el cofre.
¿Cómo es un cofre extensible?
Existen cofres de formas diferentes, en común todos son elegantes y con una estética minimalista, como se demanda en la arquitectura actual.
Se fabrica a medida, con la estructura de aluminio lacada en el color que necesites y se puede escoger entre lonas microperforadas o lonas acrílicas, con el diseño y color que más te guste.
Puedes elegir entre los cofres tradicionales que tienen una línea frontal un poco más redondita, o lo último en tendencia que son los cofres de líneas rectas, que se integran aún más en la tendencia arquitectónica actual.
¿Cómo funciona el cofre extensible?
Por supuesto que puedes decidir si quieres tu toldo manual con manivela o motorizado. Pero nuestra recomendación es instalarlo con motor y un control climático de viento que asegure su correcto funcionamiento y evite averías que un golpe inesperado de aire podría ocasionar.
¿Dónde puedo instalar el extensible con cofre?
Fundamentalmente debemos tener en cuenta que la superficie donde se instale un cofre extensible sea firme y resistente, ya que este toldo pesa bastante y hace palanca.
No se recomienda instalar en fachadas de SATE ni sobre piedra ventilada. Salvo que se haya realizado previamente en esta superficie una actuación para reforzar los puntos de anclaje. En estos casos se recomienda siempre instalar pérgola.
Los cofres extensibles se pueden instalar en porches, patios y terrazas (teniendo en cuenta que en áticos y en pisos altos no se recomienda su instalación por su continua exposición al viento). También se pueden instalar en la fachada de tu local comercial.
Son versátiles y nos permiten instalar tanto a frente como a techo, regulando su inclinación para una sombra más eficaz.
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